Cualquier cinéfilo y no cinéfilo que se preste conoce la escena de la película «Desayuno con diamantes» en la que Holly Golightly (interpretada por la actriz Audrey Hepburn) sale de un taxi y disfruta de un cruasán y un café mientras observa el escaparate de la joyería Tiffany’s de Nueva York. Su imagen, perfectamente estudiada, la componía un maravilloso vestido de satén negro con escote recortado en la espalda, guantes largos y collar de vueltas de perlas. El artífice del vestido fue Givenchy y las joyas corrieron a cargo de la firma Tiffany & Co.
A modo de curiosidad se cree que el diseñador francés diseñó dos maravillosos vestidos: El primero, con una gran abertura en la pierna y que ha podido verse en diferentes exposiciones, y el segundo, el que finalmente lució en la película, sin abertura, más serio, formal y elegante, se cree por considerarse más adecuado a la época (1961).
En cuanto a las joyas, pocos saben que las utilizadas para la producción de la cinta no eran auténticas y que lo único que llevaba el sello de la prestigiosa joyería era la propia joyería. Tiffany & Co autorizó la grabación de la escena en frente de su escaparate y abrió un sólo domingo para la escena en la que los protagonistas buscan la joya perfecta, pero no prestó las joyas durante el largometraje.
No obstante, Audrey Hepburn sí llevó todas las piezas originales durante la promoción, tanto en las sesiones de fotos, como en eventos y alfombras rojas, quedando posteriormente expuestas en la famosa tienda de la Quinta Avenida neoyorkina, principalmente, como reclamo publicitario.
Un evento de película
Cuando me llamaron de Banco Mediolanum para invitarme a un «Desayuno con diamantes» con otras mujeres empresarias y emprendedoras, no lo dudé dos veces. ¿Quien no querría ser Holly Golightly en la famosa película? Ninguna llevábamos puesto su vestido de Alta Costura pero todas nos sentimos especiales gracias al trato recibido por el personal de la tienda Tiffany’s de Paseo de Gracia, en Barcelona, donde tuvo lugar el evento.
A lo largo de una hora y media, aproximadamente, Olga Frontaura, Store Manager de la firma junto con su equipo, se encargaron de explicarnos la historia de alguna de las colecciones. Es el caso de la colección de Elsa Peretti inspirada en la India, también conocimos la procedencia de algunos diamantes (Tiffany es la única joyería que lo dice) y nos dejaron probar algunas piezas icónicas como el anillo de la Colección Soleste, con un diamante central en talla cojín rodeado de otros más pequeños en talla redonda con 57 facetas.
Sin duda, la oportunidad perfecta para conocer mejor una marca tan emblemática y sus productos, disfrutar de un pequeño desayuno, hacer un poco de networking y dejarse seducir por el mundo Tiffany’s y la espectacularidad de sus joyas.
Mi especial agradecimiento a todo el equipo de la tienda y a Nuria y Pilar de Banco Mediolanum por organizar un evento maravilloso, así como por el trato y dedicación recibidos.